¡Hola a todos!
Hace unos días volví de París junto a Carlos con tras pasar un día y medio, o casi dos, donde descubrí una ciudad que nada tenia que ver con lo que leí en los libros, ni vi en las películas.
Llegamos sin expectativa ni plan ninguno y nos dejamos llevar por una ciudad que nos enamoró.
Salimos desde Girona y volamos con Ryanair hasta el aeropuerto de Beauvais, en el aeropuerto nos compramos una mini guía de Paris de LonelyPlanet que leí durante todo el viaje de avión y bus; me permitió descubrir y disfrutar mucho mas un viaje que no teníamos en absoluto organizado, ¡os la recomiendo muy mucho! Tras un brusco aterrizaje, salimos del avión, cruzamos el aeropuerto impactados por los individuos vestidos de militares con pistolas, (parecían sacados de una película de acción, comencé a llamarlos desde ese momento: Giijoe, nos encontramos muchos de ellos por todo Paris y por los monumentos principales).
Buscamos la parada de Autobús que nos llevase hasta París, y la encontramos al lado de un Starbucks (al que resistí la tentación de entrar). Nos bajamos cerca del arco de triunfo. Nada mas llegar buscamos comida rápida y barata, un McDonals donde descubrimos que los menús no tienen nada que ver con los de aquí y que es mucho mas caro que en España. Cuando terminamos, buscamos el metro y nos fuimos hasta el Hotel Provinces Opera, que habíamos seleccionado previamente a través de Atrápalo (donde compramos todo el viaje) el metro no nos gustó nada, de echo no lo volvimos a pisar, preferimos caminar el resto del tiempo y así de paso descubríamos cosas.
Una vez dejamos todas las maletas decidimos nuestro primer destino: «El museo del Louvre» Fuimos caminando desde el hotel dejándonos llevar por los puntos de interés que marcaba el mapa que incluía la guía de LonelyPlanet, así fue que paseamos por la avenida de Bonne Nouvelle, entramos en el Pasaje des Panoramas, pasamos por Palais Brongniart, cruzamos la Biblioteca Nacional de Francia, y llegamos al Jardín Du Palau-Royal donde nos impactó ver a muchísimos jóvenes jugando a la petanca y a una especie de bolos con palos de madera, nos llamó mucho la atención la cantidad de lugares en obras que había, incluso el Palacio Real estaba cerrado. Y así llegamos a una de las entradas al Musee Du Louvre París donde nos topamos de lleno con las famosas pirámides de cristal, caminamos dirección oeste por Jardins de Carrusel, donde nos topamos con el Arco de Triomphe du Carrousel, de ahí paseamos por los Jardines des Tulleries, donde vimos por primera vez la punta de arriba de la Torre Eiffel, y de fondo el Obelisco de place de la Concorde que no llegamos a ver de cerca porque estábamos demasiado cansados, empezaba a hacer frío y se haría tarde para volver.
Antes de irnos nos tomamos un helado en un puestecito llamado Amorino, donde te hacían un cucurucho con forma de flor, si pasas por ahí, tenéis que probarlo si o si.
Caminamos dirección norte, pasamos por una avenida comercial hasta llegar a la plaza de Vendôme donde había un obelisco precioso. Allí también vimos autobuses discoteca por primera vez, que luego volveríamos a ver en varias ocasiones, deducimos que debía ser algo típico allí. Caminamos hasta toparnos con el edificio Opera de Paris, o como indicaba la fachada, la Academia Nacional de Musique, un edificio con una fachada preciosa donde podías descubrir unas estatuas doradas encabezando la fachada principal. Arriba de las escaleras, un grupo de personas bailaban a ritmo de cha cha cha y luego tango (Mientras nos íbamos sonaba «Dos gardenias para ti».). Seguimos caminando mientras nos acechaba la noche por Bulevar Haussmann, hasta llegar al Hard Rock Café donde cenamos (y no pude evitar comprar una copa de merchandising)la chica de la entrada era española por lo que de entrada ya nos sentimos muy bien acogidos, el resto del personal se esforzaba por soltar palabras en español, pero en inglés nos entendíamos mejor. El sitio es alucinante, ademas del buen servicio, hay joyas musicales dignas de ir a ver, Jimmy Hendrix, Elton John, Kiss, Tina Turner, Whitney Huston, Elvis entre otros muchos artistas. Una vez cenamos, fuimos directos al hotel cual zombies para prepararnos para otro día agotador.
Despertamos, disfrutamos del desayuno Buffet del hotel (luego nos enteramos de que no iba incluido en el precio) pero merecía la pena, la calidad era francamente buena. El destino principal del día era Notre Dame, así que bajamos por la Rue Montorgueil que nos encantó, estaba lleno de tiendas y de vida, hasta toparnos con los Jardines de Nelson Mandela, donde estaba casi todo en obras también, pasamos frente la fachada de la Iglesia de St Eustache, y nos hicimos fotos con la escultura L’écoute, de Henri de Miller y nos encantó descubrir un parque infantil con aires de Gaudí en Les Halles. Pasamos por el palacio del Louvre, vimos los jardines de l’infante, y cruzamos el Pont des Arts, así fue que cruzamos el Río Sena por primera vez y alucinamos con los barcos restaurantes que cruzaban el río.
Caminamos bordeando el río y aprovechamos para comprar algunos souvenirs hasta cruzar de nuevo otro puente que nos llevase a descubrir la catedral de Notre Dame. Debió haber un evento antes, ya que toda la plaza de la parte delantera de la catedral estaba lleno de sillas que estaban recogiendo. Decidimos comer en un restaurante por allí, en Les Tours De Notre Dame, pegados a la fachada izquierda de la catedral, donde había un montón de personas haciendo cola para entrar. Platos clásicos y bastante caros, pero… estábamos al lado de Notre Dame, la expectativa era la esperada, dos platos combinados, dos refrescos y un postre por unos 50€, al menos estaba bueno, y los baños limpios.
Una vez alimentados, tocaba emprender el camino hacia la Torre Eiffel, pero no queríamos ir caminando ya que teníamos cerca de una hora a pie. Así que nos informamos de unos barcos llamados «Batobus» que cruzan el Sena a modo turístico con varias paradas. Por 17€ por cabeza, tienes todo el día de transporte, como ya nos íbamos al día siguiente no nos salía a cuenta comprar el de 2 dias por 19€, pero si vais varios dias os lo recomiendo. Esperamos unos 20 min a que llegase el barco y nos dejamos llevar por las aguas del sena, donde vimos la fachada del Museo de Orsay entre otros, hasta bajar en la Torre Eiffel. Subimos por las escaleras al lado del Pont d’Léna, ahí pasearon unos caballos mientras la carretera estaba cortada. Celebraban la preparación como ciudad candidata a los juegos Olímpicos 2024, incluso habían paradas del batobus sin servicio ya que hacían una competición de salto por el Pont d’Alma.
Rodeamos la torre por la derecha y nos tiramos a admirar la majestuosidad de las lineas de la torre Eiffel y aprovechamos para descansar un ratito en el césped que había tras cruzar la carretera. Decidimos volver, así que paseamos por la otra parte de la Torre Eiffel, y cruzamos el Pont d’lena y caminamos hasta dar con un restaurante llamado «Le New York» donde tomamos un par de postres y una botella de agua (que no cobran) y aprovechábamos para ir al baño, ya que por allí no había ningún otro sitio donde ir. Camareros simpáticos y unas vistas estupendas a la Torre Eiffel. Volvimos a subirnos en el batobus y nos bajamos frente el museo del Louvre para ir caminando hacia el hotel de nuevo. Volvimos guiándonos por el móvil, caminamos por el puente, donde muchas personas cenaban a las orillas del río Sena paseaban o hacían botellón. Volvimos a cruzar el Pont Des Arts. Cenamos pizza en un restaurante llamado «La Famigla di Rebellato» y caminamos por las calles de Paris, dejándonos enamorar por las calles de noche.
Al llegar al Arco de Triunfo
Al día siguiente decidimos ir a ver el Arco de Triunfo de París, que nos impresiono muchísimo, mucho mas grande de lo que nos esperábamos, al igual que nos pasó con la Torre Eiffel. De ahí nos subimos a un autobús llamado Direct 1 que costaba unos 15€ y que tardaba una hora en llegar a el aeropuerto de Orly Sud, allí nos subimos una un tren lanzadera hacia la terminal que nos tocaba y esperamos hasta que llegara nuestra hora de volar. Volvimos con la compañía Transavia y no la recomiendo en absoluto, el trato del personal en el aeropuerto fue pésimo, a pesar que estábamos los terceros en la cola nos decían que el avión estaba lleno y no podíamos subir la maleta de mano, WTF?! aun así como pagamos 7€ c/u para ir en segunda la fila del avión, una vez pasamos el control y a punto de entrar, le quite la pegatina y la subí. Y es que si no viera como tratan las maletas en el aeropuerto y no llevase cosas de valor (como cámaras de fotos, planchas del pelo, etc… me daría igual)
Así que bueno, aparte de eso, llegamos bien y el vuelo fue bien salvo por unas pequeñas turbulencias al sobrevolar los Pirineos.
Llegamos a Barcelona sanos y salvos, y aquí estoy 26 de Junio de 2016, y ya echo de menos las calles de Paris mientras que hago todo éste recordatorio.
Sobre el río Sena y Notre Dame tras nosotros
Como notas por si vais y no habéis ido es: ojo cuidao si tenéis que conducir, porque fuimos testigo de milagros a nivel de conducción, las motos, coches y buses, adelantan de una manera que «si no pasa nada es porque Dios no quiere».
El idioma, si sabes ingles, y dices Vous parlez español o anglais? bonjour, merci beaucoup y sonríes, no pasa nada si no sabes francés. No hemos tenido problemas con el idioma, al saber catalán (que tiene palabras prácticamente iguales) y llevar internet en el móvil (¡¡gracias a la reciente incorporación del roaming gratis con Orange!!) nos pudimos manejar muy bien.
Estuvimos poco tiempo y tampoco pudimos sumar mucha mas experiencia, así que voilà y a volar!
Y creo que no olvido nada mas, os dejo un par de enlaces donde subiré fotos y videos por si te apetece cotillear un poco!
:: Flickr ::
Arrevoir!!