Mientras estoy delante del ordenador y empiezo a escribir, pienso en la de cosas que debería de estar haciendo. Mi cabeza no para de dar vueltas, hay un desorden de ideas y prioridades que es muy difícil de ordenar tras toda la intensidad de circunstancias que he vivido recientemente.
¿Vacaciones?¿Trabajo o placer?¿Ambas?¿Por qué no?

Éste viaje a California ha sido sin lugar a dudas, una de éstas experiencias que se tatúan en el alma como un tatuaje en la piel, que te cambian y que desde entonces nada volverá a ser lo mismo, ni mejor ni peor, simplemente diferente.

Tengo la sensación de haber subido un escalón en la trayectoria de mi vida a nivel emocional y porqué no definirlo también como racional, ha sido como un level up en videojuego.

Si esto me lo dicen hace unos meses no me lo hubiera creído y hubiera soltado un simple “¡venga ya!” pero miren, aquí estoy, en una situación donde puedo cerrar mis ojos y volver a soñar con aquel hotel repleto de sueños cumplidos, o dentro de aquel avión que me transportaba allí donde todo empieza, donde los deseos se hacen realidad.

Es todo muy extraño, con la maleta aun por terminar de deshacer, aun con todas las fotos de mi nueva cámara por retocar, con amigos pendientes de ver para contarles la experiencia y darles los regalitos que con tanta emoción compré allá, con la casa por arreglar, con el gimnasio esperándome para deshacerme de los kilos de más que he traído del otro lado del charco…

Y aun tengo pendiente hacer muchas cosas, entrevistas con amigas como Maribel e Inma Reivan, e iniciarme en el mundo de la música al que quiero volver para dejar de ser infiel a el corazón que me pide a gritos volver a cantar para el publico y dejar de hacerlo para la ducha.

Pero… lo prioritario es re-ordenar la vida que tenía antes de marcharme, la vida es un duro aprendizaje donde lo que nos enseña es a no dejar perder el tiempo y a disfrutar esos pequeños momentos que en definitiva, serán los que nos hagan sonreír recordando que hicimos cuanto pudimos para hacer de nuestra linea del tiempo, la mejor opción.

Y tras éste monologo, me despido con un hasta pronto en mi pequeño blog olvidado, prometiendo volver con la “Toma 2 de California” y con mucho mas…

Hoy, me esperan unos amigos que han venido de Murcia, estoy segura que ellos, me traerán mas aventuras que contaros…

Quizás sea hora de dar un nuevo giro al blog para contaros aventuras desde una nueva perspectiva.

Solo el tiempo lo dirá!

Hasta pronto!

PD: Aquí os dejo el [link] a mi galería en Flickr del Viaje a California ^_^

Hace un rato me ha llamado mi madre para darme una mala noticia, y he entendido por qué llueve. No tenía aun ni 8 años, y debido a un problema sin solución en los pulmones, mi querido perrete ha viajado ésta mañana a un mundo mejor.

«Cosa Negra» no era su nombre real, cuando mi padre fue al registro le nombró Lucero, porque era un perro de color negro como la noche mas oscura, aunque con el tiempo empezó a salirle pelo blanco.
Con la broma al final todos lo llamábamos así «El cosa negra» o «Cosa» o simplemente «Negro».

Podría decirse que Cosa Negra fue mi mascota favorita, ahora me planteo como será mi regreso a Cádiz sin sus ladridos, sin sus saltos y sin ponerme la patita encima de mi mano llevándosela hacia el para que le rascara la barriguita mientras estaba en el ordenador…

¿Como una mascota puede hacerte sentir así?
Llevarte hasta momentos presuntamente olvidados en tu memoria, y recordarlos tan importantes y/o significativos como cualquier momento vivido con una persona. Con tanto sentimiento y ternura.

Aun recuerdo cuando esperaba a que mi perrita Laika se terminara el café mirandola desde la esquina. Esperaba como un caballero para tomarse su parte del café, daba igual que hubieran dos platitos, era todo un señor, siempre me resultó muy curioso como siempre esperaba que terminase ella.
Recuerdo como se tiraba haciendo «superman» cuando un rallo de sol entraba por la ventana. Esas poses imposibles dignas de foto, o como lloraba para dar pena para pedir comida mientras practicaba esa carita a la que es imposible decirle que no. Le encantaban las gambas y odiaba el pan, tenia una habilidad especial para comer pipas sin comer la cascara, debí haberlo grabado en video cuando tuve la oportunidad.

También recuerdo como se veía a mi cama mientras dormía y se hacía una bola tras mis rodillas, me encantaba tenerlo encima mientras veía la televisión, era como tener una manta de carne y hueso.
Era muy divertido como miraba al ordenador o al móvil cuando hacía videollamada con mi madre y lo llamaba, y como me buscaba por la casa cuando mi madre ponía discos donde yo cantaba cuando ya no vivía en casa.
Ya podía estar meses sin estar en Cádiz, que cuando llegaba era como si no me hubiera ido nunca, ahí estaba encima mío, tras de mi, persiguiéndome por la casa.

Cuando paseaba por la calle no le gustaba ir muy lejos, a la que te alejabas del camino habitual, hacia fuerzas para no moverse mas y lloraba con éste llanto tan peculiar que parece que se les encoja el corazón, cosa que también hacía cuando lo llevabas en coche; bromeábamos con que creía que lo íbamos a abandonar.

…ya lo echaba de menos, y ahora, toca echarlo de menos aun mas.
Las lagrimas caen de mis ojos, y alguna mas caerá cuando vuelva a pisar mi casa en Cádiz y cuando recuerde que no me recibirá a mi vuelta.

Es una gran verdad el refrán que dice que «El perro es el mejor amigo del hombre» fiel como el solo puede serlo, siempre está ahí mirandote y mimandote cuando te sientes mal y compartiendo tu alegría cuando estás feliz.
Siempre preparado para recibirte, saludarte… hasta que se van definitivamente.

Éste post es algo triste y aunque es imposible que el lo vea, se lo merece, siempre será mi perrete favorito, la mascota ideal para mi…

De nada sirve lamentarse o pensar en todas los mimos que pude haberle dado.
Los momentos pasados los disfruté y puedo sonreír al pensar en todos los momentos que compartí con mi fiel compañero mientras pude.

Siempre te querré, mi querido Cosa Negra.
Descansa en Paz en el cielo de los perretes.

La vida cambia mucho, a veces a unos pasos tan agigantados, que nos pueden parecer pequeños o grandes, según el momento o la etapa en la que nos encontremos.

Mi blog, éste blog, pasó de ser el recuerdo y las aventuras de mi vida, a ser algo un poco mas elaborado y dejando un poco las experiencias de mi vida a un lado. ¿Razones? Ninguna, quizas falta de tiempo, o tan solo la compañía de otras redes sociales donde voy relatando las aventuras del día a día… a veces pienso en hacer de mi blog un poco lo que fuí, aunque no lo sé… Te vas como creando una imagen cibernetica, una imagen 2.0… Lo que os digo, epoca de cambios, ni mejor ni peor, simplemente disntinto.
Llegó un momento en el que opté por no decvir «ahora voy a escribir mas» o «ahora voy a escribimas sobre ésto o aquello» porque al final terminaba no haciendolo. Así que mi blog seguirá siendo eso, un zigzag de idas y venidas de las ideas que se me pasan por la cabeza y de cosas que me apetece escribir y detallar… que, defiitiva es lo que siempre he hecho.

Pues hoy me ha venido al recuerdo mi vida en el punto que hoy está, hace un año. Y.. ¡hay! ¡cuánta nostalgia! ¡Cuántos recuerdos que dejar siempre ahí, en ese hueco del corazón que no borra nada!

Hace un año, caminaba por un sendero llamado amor, y el aire inspirado por viajes y proyectos que me hacian brillar el alma, eso era visible por cualquiera a través de mi sonrisa! 😀 Que aun sigue permanente…
Pero bueno, no me voy a poner profunda, que no es la idea.

Lo que quería recordar, es que hace un año, viajaba sin cesar, mi pimer viaje del año fue a Cádiz, pero eso es habitual, son muchos los viajes. Luego, la aventura me llevó a Londres, lugar al que espero regresar con mas tiempo y con mi camara que terminará echando humo (mas aun)!
Luego pasé por Madrid, luego por Sevilla, donde conocí a mogollon de personas por motivo del #EBE11

De ahí pa Barcelona y vuelta a Marbella, donde pude visitar Málaga y el momento que mas me impacto, es estar a un mes de Navidad, un 25 de Noviembre, con una camiseta de tirantes, calor y un chiringuito solitario donde deleité una ensalada de marisco acompañada a una puesta de sol que jamás olvidare…

Luego Valencia, donde me esperaba una experiencia genial y el final de lo que fue mi aventura viajera (que espero volver a repetir algún día) fiestas, risas, gritos, aplausos y gente maravillosa, fueron los ingredientes de todos aquellos viajes.

Hoy me encuentro aqui, en mi hogar dulce hogar, mi genius house (que ya os escribiré sobre ella acompañando de fotos, of course) y adicta a las series! Aprendiendo de la soledad y de la calidad de la compañía.

La vida cambia, como os contaba antes, ni a mejor, ni a peor, simplemente diferente. Y lo importante es apreciar la diferencia y ser feliz con ella, y por mi parte ¿qué os puedo decir? Estoy encantada.

Y espero que vengan mas y mas etapas, mas cosas que contar, porque la vida, señores lectores, es precisamente eso. Recuerdos y experiencias irrepetibles, que hay que disfrutar, para que, en momentos como éste, podamos cerrar los ojos, acompañarnos del recuerdo y decirnos a nosotros mismos «fue genial»»lo hiciste bien, bischita»

Y seguro que si vuelvo atrás en el tiempo, dejandome llevar por mi álbum de flickr, me podré trasladar en el tiempo y el espacio, de un ayer totalmente distinto y genial… Me encanta recordar, me encanta tener una galería de fotos de recuerdos y comentarios e interacciones con las personas mas maravillosas del mundo.
Porque en definitiva, todos lo somos, somos geniales!

Y… vaya post señores y señoras jejeje!

Gracias por seguirme!!

Que la fuerza nos acompañe!