Hoy las redes sociales están de luto tras la noticia de que Robin Williams ha fallecido en su casa, aparentemente por suicidio a los 63 años.
Dando una vuelta por los artículos que escriben las paginas de noticias, descubro que tenia problemas de depresión y que estuvo con problemas de drogas y alcohol, algo muy común entre el mundo de las personas que se dedican a la gran pantalla, una pena la verdad.
Robin no era de mis actores favoritos, lo reconozco, pero era un placer verlo en pantalla, una actuación impecable, siempre con sentido del humor, una sonrisa que te embaucaba, en fin, un personaje que parecía digno de admirar.
¿Y qué es lo que pasa?
Que te enteras de noticias como ésta y de su causa y parece que el mundo se vuelve loco, se desmorona, no cuadra, y te empiezas a cuestiónar cómo y cual es la verdadera felicidad, que el dinero y la fama no sirven para ser mejor y/o mas feliz, cómo una persona como era el, como fue Whitney Houston o Amy WineHouse, tenían en su poder un talento inigualable e incomparable y lo dejaron ir, así sin mas, por otras causas desagradecidas a su condición de artistas que regalan el arte de su presencia.
Y la vida, que tan difícil es para muchos a causa de enfermedades o de situaciones ajenas que no se pueden evitar (deudas, familia, etc…) se ve de frente con personas que pueden tener toda la felicidad que deseen y que factores X hacen que la depresión, las drogas y el alcohol los conviertan en seres infelices que lleguen a robar su tesoro mas preciado, sus vidas.
A mi éstas noticias me afectan, la verdad, para qué negarlo, porque me hacen cuestionar lo afortunada que he de sentirme por lo que tengo y lo que he decidido vivir, por la actitud que me permite vencer a la negatividad y llegar a limites que no deberían de existir en la mente humana. (De echo no sé si somos el unico ser vivo que es capaz de quitarse la vida)
Hoy nos vestimos de luto por un gran actor que nos regaló con su actuación tantas sonrisas…
Espero que al lugar que vaya, tenga su hueco con los grandes.
Gracias por la vida que nos regalaste.
Siento mucho que te hayas tenido que ir así Robin.
Te echaremos de menos.