Blanes / Pineda

Hola queridos lectores!

Aquí os escribe la Bischita en Versión Original desde el mes de Julio. Novedades? Pues principalmente me pasaba para regalaros unas fotos del día de ayer, mi primer día de playa en éste año 2009, y para mi, una chica sureña, el hecho de no ir a la playa hasta la fecha en la que estamos, es muy grave, aunque he podido sobrevivir entre tecnología y otros quehaceres de color naranja pastel.
La verdad es que éste fin de semana ha sido, “desconectador” (creo que me acabo de inventar un verbo) pero a su vez, muy… como lo diría ¿“renovador”? O algo así.
He podido experimentar, dejando la mente abierta a nuevos mundos, experiencias, momentos, como puedo volver a sentirme cómoda mientras me rodeo de gente que son totalmente desconocidos, a la vez que soy yo, sin cohibirme, sin esconderme, y sin dejar de decir las locuras que se me pasan por al cabeza, a la vez que me siento comprendida y aceptada. He presenciado en el aire, que hay cosas en la vida que no tienen precio. Lo mejor de todo, es que puedo divisar mi vida, como una línea llena de ondas, que empieza a vibrar para alinearse y empezar a sentir la estabilidad que necesito, busco, y deseo empezar a vivir. No es que, desde ya, pueda preveer que es el inicio de un nuevo camino perfecto, porque muchos caminos he visto comenzar con total felicidad, y luego, he visto como, ni de diez a cinco pasos, el camino, tan solo haya servido para perder el tiempo o para tener algo mas que contar.
De alguna manera, Barcelona me está cambiando, y cada día, siento que soy como varias personas diferentes. Siento que soy como un trozo de plastilina que simplemente se moldea allá donde se encuentra. Sé que no debería ser del todo así, y es por ello, por lo que éste fin de semana, de un salto (metafórico), he podido descubrir, que hay una parte de mi, que existe, que es, que soy yo, además de lo que soy, he podido sacar a relucir una parte de mi, que hacia tiempo que yacía escondidita, o simplemente se hallaba al margen, y no podía salir, quería, pero no podía. Simplemente quizás, porque no se encontrase en el decorado adecuado. Fruto de lo que me va aportando la vida a lo largo de tiempo en el que voy experimentando.

Igualmente, muchas son las veces en las que me he sentido así, y no siempre lo cuento, a lo largo de esta etapa, que recién estoy empezando a vivir, la independencia, he podido vivir y desvivir, circunstancias, que en años no he vivido con intensidad, y sin ella. Poco a poco, voy haciendo mi propio planeta, con mi propia vegetación.

Y ahora extrañamente cansada, me hayo escribiéndoos éstas letras, donde me expreso sin saber realmente lo que siento, pero sintiendo con pasión, con color azul, mientras una leve brisa me acaricia por la ventana de mi habitación, donde el cielo se descubre entre nubes con dibujos que voy a fotografiar para adjuntárosla en éste post, como no… no sin olvidar, el enlace a mi álbum en flickr por si os apetece dar un recorrido a las maravillosas vistas en Blanes, donde me acompaño ayer, finalizando la velada, la música de “La Oreja de Van Gogh” y de fresa, un algodón.

Nubes