No hay dudas de que la vuelta a la rutina, tras una vuelta a otra etapa, puede tener una serie de síntomas. Estos síntomas, en una persona de mente inquieta, sumada a una sensación de tener prisas por todo, tiene una serie de efectos…
Nada mas llegar a casa, en vacaciones, todo es emoción, ilusión… cuando va llegando la fecha de fin de obra vacacional, una se hace una especie de resumen mental, de todo lo que quería hacer, todo lo que ha hecho, y en lo que podría haber invertido el tiempo. El resultado de dicho resumen, ésta vez fue mas que positivo, me quedaron cosas por hacer, si, pero lo esencial, lo mas importante lo hice, tuve incluso una guinda de pastel de vacaciones superior a todo lo que podría haber imaginado. Fruto de la costumbre de imaginar que tenía/tengo, y que voy intentando eliminar de mis costumbres. De Cádiz a Almería, de Almería a Barcelona, he tenido una etapa imposible de olvidar, he conocido a personitas nuevas, sobrinas y un sobrinito todos postizos, a cual mas bonito, he visitado a amigos a los que me he alegrado mil de que todo les va genial, me han hecho fotos, me he hecho un tatuaje, he celebrado mi cumpleaños, he comido tortillas de mamá, y un largo etcétera que es imposible transcribir con la emoción que merece y que es imposible citar en tan poco espacio. Luego el viaje a Almería, la boda de mi preciosa Valentina, que no escatimó en detalles, regalándome unos momentos súper especiales e inolvidables. El regalo, detallazo y viaje con Jordi, esa persona tan especial que en mi vida siempre tendrá un lugar privilegiado, aunque a veces no lo demuestro como merece.
La llegada y vuelta a Barcelona, la pillé con energía y ganas. La vuelta al curro, con aquellos que son parte de mi familia, ya que los veo a diario y me dan ese pedacito que es necesario en la vida, y que además te lo regalan buenos momentos. Y luego mis amigos que están aquí, que su actitud por volver a verme es súper positiva! Pero toda felicidad tiene su cara opuesta que hace que la vida sea real, y que intentamos obviar aunque a veces es imposible. Son esos golpes que te vuelven a decir “quiero vacaciones otra vez” pero es ahí, donde tenemos que seguir a flote, porque es el camino que hemos elegido. Comencé el post alegando los cambios de etapa, y llevo aquí en Barcelona escasamente tres días y ya empiezo a decaer en la rutina con sus desavenencias, el curro, la economía y la incapacidad de hacer planes que deseaba, hacen que te actives un poco el mode: off. Pero ¿sabéis? Escribiendo me he dado cuenta, que los recuerdos, y pensar en las personas que los últimos días te han podido hacer ver lo imprescindible y lo especial que puedes llegar a ser para ellos, “no tiene precio” así que ale… fuera el pensar en etapas malas, y en bajones. Esas personas que hacen que esté aquí sonriendo por y para ellos, deja en una versión 0.0.0.0.0.1 los problemas que todo tema causador de un posible estado “off” pueda tener. Porque sois y seréis mi versión definitiva en formato Platinium… óle! Y estoy aquí para seguir creando momentos, creando recuerdos. Ya habrá formas y maneras de encontrar la solución de aquello que carece de importancia, time to time, and step by step.
Pongo fin al post!
See ya all!

Un mini paseo por Cádiz